Final De Los Tiempos

viernes, 16 de diciembre de 2011

Homilía Dominical Diciembre 18 de 2011

Homilía Dominical

Diciembre 18 de 2011

Por Gabriel Jaime Pérez, S.J.

Lucas 1, 26-38

A los seis meses Dios envió al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: “¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo”. María se sorprendió ante estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: “María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta, tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey, como a su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin”.

María preguntó al ángel: “¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos está encinta desde hace seis meses, porque para Dios no hay nada imposible”. Entonces María dijo: “Yo soy la esclava del Señor; que Dios haga conmigo lo que me has dicho”. Y la dejó el ángel.

Hoy las lecturas bíblicas se centran en el misterio de la Encarnación. En el griego bíblico el término sarx (carne) se emplea metafóricamente para indicar la naturaleza humana. En Jesús la Palabra o Verbo de Dios se hizo carne, y en este misterio se cumplió hace poco más de 20 siglos la promesa divina anunciada mil años antes de Cristo al rey David y relatada en la primera lectura (II Samuel 7, 1-16). En la segunda (Carta de san Pablo a los Romanos 16, 25-27), el apóstol invita a los primeros cristianos de Roma a recibir con fe la revelación de Dios realizada plenamente en Jesucristo. Y el Evangelio nos muestra la disponibilidad de María para que a través de ella se realzara el misterio de la Encarnación.







1.- En el misterio de la Encarnación, Dios cumple su promesa hecha al rey David

Los profetas del Antiguo Testamento habían anunciado que vendría enviado por Dios un Mesías, palabra que en hebreo significa Ungido y corresponde al término griego Xristos. Este Mesías o Cristo descendería del rey David, a quien Dios le había hecho una promesa por medio del profeta Natán, descrita así en la primera lectura: “Dios el Señor lo hará Rey para que reine por siempre… Su reinado no tendrá fin”.

En el Evangelio encontramos un eco de esta promesa, en la cual se fundaba la esperanza de los creyentes en un Dios que los libraría de las múltiples formas de violencia que padecían gracias a su presencia salvadora en la historia humana, una presencia que iría mucho más allá de la que se significó antiguamente con el templo, en el que se guardaba el arca de la alianza, un cofre que contenía los mandamientos proclamados en tiempos de Moisés para simbolizar el pacto de Dios con su pueblo.







2.- María, modelo de disponibilidad, es elegida por Dios para cumplir su promesa

En el anuncio del misterio de la Encarnación hecho a María, tal como nos lo presenta el relato del Evangelio empleando simbólicamente la figura del ángel o mensajero de Dios cuyo nombre -Gabriel- significa “Dios se ha mostrado fuerte”, “mi fuerza es Dios”, o “Dios me ha fortalecido”, vale destacar la actitud de María, quien precisamente confiada en la fortaleza que Dios le da y en que para Él “nada hay imposible”, manifiesta su completa disponibilidad para que se realice en ella lo que el Señor quiere: “Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí según tu palabra”.

En este tiempo del Adviento que termina con los días inmediatamente anteriores a la fiesta de la Navidad, somos invitados también nosotros a manifestar nuestra disponibilidad para que se cumpla en nuestra vida lo que Dios quiere, dando así testimonio de su presencia liberadora y salvadora. Porque el misterio de la Encarnación de Dios no es sólo un hecho sucedido hace poco más de 20 siglos, sino un proceso iniciado desde la creación del ser humano “a su imagen y semejanza”, que si bien llega a su plenitud con la concepción de Jesús en el seno de María, con su nacimiento y con su vida entregada por nosotros en la cruz y glorificada en la resurrección, continúa aconteciendo en toda persona que se abre a la Palabra de Dios y la pone en práctica.







3.- Nosotros somos invitados a proclamar la revelación encarnada de Dios en Jesucristo

Este es el contenido esencial de nuestra fe: Dios se reveló plenamente en Jesucristo, cuyo nacimiento como Dios hecho hombre, nos preparamos para celebrar. En Él, como escribe san Pablo en la segunda lectura, se ha manifestado el misterio mantenido en secreto durante siglos, y desde entonces la misión de quienes creemos en este misterio de la Encarnación es proclamarlo con el testimonio de nuestra propia vida.

¿Estoy realmente dispuesto a recibir en mi vida la Palabra de Dios hecha carne, para que toda mi existencia sea una manifestación nuevamente encarnada de Dios en el mundo? ¿Qué he hecho y qué debo hacer para que en mi vida acontezcan nuevamente los misterios de la Encarnación y de la Navidad?

- Hay Encarnación y Navidad en nuestra vida cuando abrimos la mente y el corazón a la Palabra de Dios, escuchándola y disponiéndonos, como María santísima, a que se realice en nosotros su voluntad.

- Hay Encarnación y Navidad en nuestra vida cuando abrimos la mente y el corazón para recibir a Jesús que viene a nosotros y nos alimenta con su cuerpo y su sangre en la en la Eucaristía.

- Hay Encarnación y Navidad en nuestra vida cuando abrimos la mente y el corazón a nuestros prójimos, especialmente a los más necesitados, compartiendo con ellos la mesa de la creación y poniéndonos al servicio de ellos en la búsqueda activa de una sociedad justa y en paz, en la que todos convivamos de verdad como hermanos.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Novena De Navidad 2011

Hoja 1

Para todos los días



Presentación

“EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO” (Lucas 1, 28)



No existimos solamente nosotros, los humanos, en el universo: somos un YO que lleva dentro de sí un TÚ. Y no meramente porque somos hombres y mujeres, prójimos y semejantes: es el TÚ de Dios, “en quien somos, nos movemos y existimos” (Hechos 17, 28).  ¡Qué no ha hecho Dios para que cada uno de los humanos nos conectemos con Él y entremos en la alianza de amor que nos propone!  La Creación, el hacernos a imagen y semejanza suya, el pueblo de Israel, la historia de sus relaciones con éste pueblo, hasta llegar a lo máximo: revelarnos su ser “por dentro”, enviándonos a su Hijo, Jesús, Dios Hecho Hombre. La Encarnación del Hijo de Dios inició con un ser humano plenamente abierto, en el silencio, en la escucha, en el amor, al Tú que es Dios: María, junto con José, con quien se había desposado, dieron el “sí” de su amor a Dios.

Navidad es nuestra oportunidad de ser como ellos y de decirle al mundo: “El Señor está contigo”.  Amén.



+ Darío de Jesús Monsalve Mejía

Arzobispo de Cali




Hoja 2

Para todos los días



Oración para todos los días:

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste, en tu Hijo, la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio.



En retorno te ofrecemos, Señor, el propósito sincero para hacer de nuestros hogares verdaderas familias formadoras de personas, educadoras en la fe y promotoras del desarrollo.



Te pedimos que ésta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nuestras familias un estímulo, a fin de que viviendo como hermanos, busquemos más y más los caminos de la verdad, la justicia, el amor, la reconciliación y la paz. Amén.



Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…

(3 veces).




Hoja 3

Para todos los días





A María de Nazaret

Madre de la misericordia,

Salve, Madre del Redentor,

Dios te salve, Vírgen gloriosa,

Salve, Reina nuestra.



Reina de la esperanza,

Muéstranos el rostro de tu divino Hijo;

guíanos por el camino de la santidad;

danos la alegría de los que saben decir “Sí” a Dios.

Reina de la paz,

sacia los corazones sedientos

de justicia, paz y reconciliación.



Haz que seamos amigos de los pobres y pequeños;

consigue para los pueblos de la tierra

el espíritu de hermandad.

Intercede por nosotros ante tu Hijo. Amén.



(Benedicto XVI).



Madre de Dios y Madre Nuestra

      R. intercede por nosotros.



Dios te salve María…




Hoja 4

Para todos los días



A San José

Varón justo de Nazaret, obediente al Espíritu,

custodio del Redentor;

a ti, el hombre del silencio, atento a la voz de Dios,

te invocamos en esta Novena de Navidad,

imploramos de ti la protección de nuestras familias,

de los esposos, de nuestros hijos e hijas.

yúdanos a escuchar y obedecer la Palabra de Dios.



Concede a nuestros papás la sabiduría

que viene de lo alto, asístelos en el trabajo,

dales un corazón dócil a Dios.



A los que somos hijos ayúdanos a respetar

a nuestros padres, a honrarlos a amarlos siempre.

Que nunca termine nuestro asombro

ante el don de la vida.



San José: Bendice y protege nuestros hogares,

Tú, el padre adoptivo de Jesús,

concédenos ser buenos padres,

buenos hijos, buenos hermanos. Amén.



San José, modelo de esposo y padre

      R/   Ruega por nosotros.




Hoja 5

Para todos los días



AL NIÑO DIOS



Ha nacido en un establo

un niño que es una estrella.

No viene a quitarnos nada,

Sino a vestirnos de fiesta,

a encender nuestra esperanza

y a iluminar nuestras sendas.

Él no quiere nuestras cosas,

Solo quiere nuestra entrega.



Vamos todos a adorarle

y a contemplar su belleza.

Ven Palabra hecha Carne,

Ven y disipa con tu luz nuestras tinieblas,

ven y llénanos de aquella alegría

que nadie nos puede quitar

porque es la alegría de Dios.

Amén.



Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…

(Tres veces)



Padre Nuestro…




Hoja 6

Para todos los días



GOZOS




1.     Felices somos nosotros
Porque Jesús nace hoy
y con su vida nos trae
el gran mensaje de amor.

2.     El gran misterio encarnado
hoy se hace realidad
nace el Dios con nosotros
que salvará a la humanidad.

3.     Nace hoy entre nosotros
para llevarnos a Dios
con gozo y agradecidos te cantamos con amor.

4.     Canta el cielo y la tierra
y nosotros cantamos también
el veinticuatro de diciembre
Jesús nace en nuestro ser.

5.     Imagen del Dios perfecto
nos viene a mostrar
porque Tú eres el camino
la vida y la verdad.


6.     Nuestro pesebre te ofrecemos
para que nazcas en él
y en la humildad de nuestras vidas
los otros te puedan ver.

7.     Noche buena, noche Santa
en la que nace Dios,
con tu venida nos traes
tu amor, tu paz y tu perdón.











(Gozos escritos por la Hermana Faride Aranzazu, fsp)






Hoja 7

Día Primero 

16 de Diciembre

El anuncio de la Buena Noticia

Lectura del santo Evangelio según san Lucas

“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande, se le llamará Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin. María respondió al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de la que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios. Dijo María: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1, 30-38).

Reflexión: A ése diálogo de María con el ángel lo llamamos la anunciación. Es la gran noticia que recibe María de Nazaret, la Virgen atenta a la voz de Dios: vas a concebir y vas a dar a luz un hijo. La vida es don de Dios, es el mayor regalo que se nos da y nuestra tarea es cuidar ese regalo, asombrarnos cada día ante el don de la vida, respetarla hasta el final.

También hoy, en éste año 2011, el Señor nos anuncia que quiere nacer en nosotros. Y éste anuncio nos llega a través de nuestra madre la Iglesia, por medio de la proclamación del Evangelio, por medio de los Sacramentos, a través de nuestra Novena de Navidad que estamos haciendo. Y María preguntó cómo sería eso y al final pronunció un total a ese anuncio. Se fió de la Palabra de Dios a través del ángel, creyó plenamente en el Dios de la Alianza, se puso al servicio de Dios.



Con la humildad de María, preguntemos también nosotros en nuestros ratos de oración ¿Cómo será esto? ¿Qué quieres que yo haga? ¿Cómo puedo anunciar hoy que la Navidad es el nacimiento de Jesús en nuestras vidas?

Villancico…




Hoja 7

Día Segundo 

17 de Diciembre

La Luz viene de lo alto

Lectura del santo Evangelio según san Juan

“Y la Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a éste mundo. En el mundo estaba, el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1, 9-14).



Reflexión: El evangelio de Juan NO cuenta el nacimiento de Belén, ni habla de María y José, su relato se remonta muy alto, viaja hasta la inmensidad y profundidad de Dios y nos muestra como la palabra es luz de Dios, luz del mundo. Sin Jesús, que es la Palabra encarnada, vivimos en  tinieblas, somos incapaces de leer nuestra historia y nuestra vida.



Sin Jesús, el Hijo eterno de Dios, no sabemos cuál es el camino de la salvación, no sabemos qué es el bien y qué es el mal. Sin Cristo, no sabemos cómo Dios ama al mundo hasta el punto de enviarnos a su Hijo.



El nacimiento de Jesús se conmemora cada año, y así como hay muchas personas que queremos recibir a Jesús en nuestra vida, hay muchas otras personas que no lo conocen o que no quieren recibirlo. Pensemos en silencio éstas preguntas: Nosotros, nuestra familia ¿Sí queremos recibir a Jesús en nuestras vidas? ¿Estamos dispuestos a anunciarlo a aquellos que no lo conocen? ¿Nos dejamos iluminar por Jesús? ¿Su Palabra tiene campo en nuestro corazón?



Villancico…




Hoja 7

Día Tercero 

18 de Diciembre





La obediencia al Espíritu Santo

Lectura del santo Evangelio según San Mateo

“La generación de Jesucristo, fue de ésta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró en cinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas en tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1, 18-21).

Reflexión: El Espíritu Santo está al comienzo y al final de la vida terrena de Jesús, por él, fuerza de Dios, Señor y dador de vida, se hace posible la concepción virginal de María, por él, que procede del Padre y del Hijo, resucita de entre los muertos, vence la muerte, triunfa la vida.

He aquí el misterio profundo de Dios, que supera nuestros cálculos, que va más allá de nuestros razonamientos. En José tenemos un ejemplo de fe, él escucha y obedece al Ángel, al enviado de Dios, él se fía de Dios. Y nosotros: ¿Confiamos en Dios? ¿Le creemos a Él?  ¿Lo escuchamos? El papa Juan Pablo II llamó a José custodio del Redentor, nos invitaba así a guardar la vida, a cuidarla, a respetarla porque ese Jesús que nace pobre y humilde es el camino, la verdad, y la vida.

En silencio meditemos: ¿Respeto la vida que Dios me ha regalado a través de mis padres?.

Villancico…




Hoja 7

Día Cuarto 

19 de Diciembre

¿Cómo recibimos a Dios?



Lectura del santo Evangelio según san Lucas



Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Éste primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta” (Lucas 2, 1 - 5).



Reflexión: Empadronarse significa registrarse, censarse, es decir notificar quién es uno, cuál es su familia, quiénes la componen. El pasaje del Evangelio dirá más adelante que José y María no encontraron alojamiento, por eso Jesús nacerá pobre y humilde y él mismo afirma “que no tiene dónde reclinar la cabeza” (Mateo 8,20).



Hay tantos desplazados en nuestra ciudad, en nuestros barrios, hay tantas familias divididas porque no tienen cómo vivir bajo un mismo techo y tal vez nuestra indiferencia nos impide saber esto y tratar de hacer algo. Comencemos en ésta novena por interesarnos por los desplazados, por saber ofrecer la palabra que consuela, por ser solidarios con los que sufren la ausencia de hermanos, padre, o madre.



Damos también gracias por nuestra familia que está unida, que quiere orar junta, que desea crecer en la fe, que quiere ser testigo de la defensa de la vida. ¿Cómo podemos ayudar a los desplazados?  ¿Cómo podemos mantenernos unidos aún en medio de las dificultades?



Villancico…






Hoja 7

Día Quinto 

20 de Diciembre



En el pesebre encontramos a Dios



Lectura del santo Evangelio según san Lucas



“El ángel les dijo: No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lucas 2, 10 - 13).





Reflexión: Se acerca la noche santa, la noche en que Cristo, el Salvador, nace entre nosotros y eso trae una gran alegría, la alegría de sabernos queridos por Dios, la alegría del perdón y de la paz que trae Cristo, porque Él se hace hombre para que nosotros lleguemos hasta Dios, nos unamos a Dios, alcancemos a Dios.



Esto es lo que celebramos en Navidad, no vamos detrás de un regalo pasajero, no festejamos con licor y consumo, esperamos con sencillez el mejor regalo del mundo: Cristo, Señor y Salvador nuestro. Hagamos un momento de silencio y pensemos: ¿Qué espero en ésta Navidad? ¿Mi corazón quiere recibir a Cristo, o prefiero regalos que se acaban pronto y NO duran? ¿Cómo celebro la Navidad con mi familia?.





Villancico…




Hoja 7

Día Sexto 

21 de Diciembre



Misioneros de la Buena Nueva



Lectura del santo Evangelio según san Lucas



“Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado. Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre” (Lucas 2, 15 - 16).



Reflexión: Los pastores son como los primeros misioneros de esa gran noticia, del nacimiento del Salvador. Han creído al ángel, se han fiado de la Palabra que se manifiesta, del acontecimiento de Dios entre ellos y por eso se apresuran a constatar el nacimiento de éste niño.



También nosotros hoy, 2011 estamos invitados como los pastores a contar a otros que Cristo es nuestra salvación, que Él da sentido a nuestras vidas, que Él NO nos quita nada sino que NOS da todo: su amor, su perdón, que Él sacia el deseo más profundo del ser humano: la felicidad de estar con Dios, de habitar en Él, de encontrar respuesta a nuestras preguntas fundamentales. ¿Cómo anunciar hoy esta Buena Noticia?  ¿;e considero misionero del Evangelio? ¿Contagio a otros de la alegría de ser creyente? Pensemos un momento qué respuestas damos a estas preguntas.



Villancico…




Hoja 7

Día Séptimo 

22 de Diciembre





Adoradores de Dios



Lectura del santo Evangelio según san Mateo



“Nacido Jesús en Belén de Judea,  en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y venimos a adorarle” (Mateo 2, 1 - 2).



Reflexión: Adorar es la actitud propia del creyente. Reconocer “al Rey de los judíos” es reconocer que Dios es el único Señor, que en Jesús se ha hecho presente, visible, cercano a nosotros. Dice más adelante el pasaje evangélico que estos magos se dejaron guiar por una estrella.



Ella es el signo del cielo, ella indica dónde está ese niño que es el Dios con nosotros, por eso ellos se toman el trabajo de viajar, de rendirle homenaje y de ofrecerle regalos. Los padres de la Iglesia nos interpretaron el significado  de esos presentes: oro como rey, incienso como Dios, mirra como hombre que entrega su vida, su pasión.



¿Tenemos tiempo para adorar?

¿Reconocemos en Jesús al Mesías, el Señor?

¿Buscamos como los magos la luz que es Cristo?

Pensemos unos minutos a estas preguntas.



Villancico…




Hoja 7

Día Octavo 

23 de Diciembre



¿Rechazamos a Dios?

Lectura del santo Evangelio según San Mateo

“Después que ellos se retiraron el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle. Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a
Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta; De Egipto llamé a mi hijo. (Mateo 2, 13 - 15).

Reflexión: Jesús que nació en un pesebre, pobre y humilde, es objeto de violencia, de persecución, de amenaza de muerte. Un día dará la vida por nosotros, será crucificado. Suena duro éste pasaje en vísperas de la nochebuena, pero así fue la vida de Jesús, él pasó haciendo el bien, él mismo anunció su pasión y resurrección.

El pasaje del Evangelio enseña pues que nosotros mismos podemos rechazar a Dios, en su enviado, que nosotros podemos crucificar hoy a Jesús cuando rechazamos su enseñanza, cuando odiamos y matamos, cuando nos creemos superiores a Dios. Oremos en ésta Navidad para que haya paz y reconciliación entre todos, para que termine la violencia, para que seamos capaces de perdonar y de amar a nuestros enemigos. Eso fue lo que nos enseñó Jesús al sufrir en carne propia el odio y el rechazo. Él en la cruz dirá: ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

Villancico…




Hoja 7

Día Noveno 

24 de Diciembre





Dios nace hoy en nuestras familias

Lectura de la carta de san Pablo a los Gálatas

“Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. La prueba que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: Abba, Padre. De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios” (Gálatas 4, 4 - 7).



Reflexión: En esta noche santa del Nacimiento del Hijo de Dios, éste pasaje de San Pablo nos ayuda a comprender el alcance de esta gran celebración. Cristo ha nacido para rescatarnos de la esclavitud del pecado, para regalarnos la condición de hijos, libres de todo aquello que nos aparta de Dios y de los demás, para hacernos herederos del reino de Dios.

Por eso decimos ésta noche Feliz Navidad, Santa Navidad, felices nosotros que celebramos el nacimiento de aquel que nos lleva hasta Dios. Qué gran regalo recibimos, qué luz nos ilumina, la luz de aquel que vence todo miedo, toda aflicción, todo sufrimiento. Alegrémonos de verdad por esta celebración.