Final De Los Tiempos

viernes, 6 de enero de 2012

Domingo de Epifanía
8 enero 2012


Por José Martínez de Toda, S.J.



Especialmente para radio

Venimos de Oriente para adorar al Rey”
(Mt. 2, 1-12)



Saludos y Presentación

Moderador: Buenos días. Estamos aquí en el Estudio… (Se presentan los participantes).

Hoy es un día muy bonito. Es la fiesta de los Reyes Magos, que vienen con regalos de oro, incienso y mirra al Niño Jesús, y de ñapa también a los niños que se portan bien.

La fiesta propiamente se celebra el 6 de enero, pero el Evangelio se lee el domingo más próximo a esa fecha. Escuchémoslo.



Lectura del santo evangelio según San Mateo (Mt 2, 1-12)

NARRADOR- Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:

REYES MAGOS - ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.

NARRADOR - Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron:

LETRADOS - En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel".

NARRADOR - Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:

HERODES - Vayan y averigüen cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encuentren, avísenme, para ir yo también a adorarlo.

NARRADOR - Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto, la estrella que habían visto salir, comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.



Pregunta 1 – ¿Cómo llenarme de algo que valga la pena?

Les contaré el cuento de “La casa llena”:

<Un anciano de Etiopía, en su lecho de muerte, llamó a sus tres hijos y les dijo:

-Tengo muy poco para dividirlo entre tres. Daré todo lo que tengo al que se muestre más astuto y sagaz. Encima de la mesa hay una moneda para cada uno. Tómenla. El que compre con esa moneda algo que pueda llenar toda la casa, se quedará con todo.

El primer hijo compró hierba seca, pero con aquella moneda sólo consiguió llenar la casa hasta la mitad.

El segundo compró sacos de plumas y tampoco la llenó por falta de dinero.

El tercero sólo compró una vela. En la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

Este último consiguió la herencia.>


Los Magos dejaron todo, y se fueron en busca de Jesús. Se llenaron de luz y esperanza por ver al Mesías. Ojalá también nosotros nos llenemos de esa misma luz de Cristo.

Vencieron muchos obstáculos: un largo viaje, muchas preguntas, la estrella que se esconde.

La vida del creyente es también la historia de un viaje, un viaje de búsqueda de Dios. Si Dios viene a mi encuentro, yo también tengo que salir a su encuentro.

Navidad es la cita del amor. En el amor verdadero siempre hay dos corazones latiendo al mismo ritmo. Navidad es la cita del amor de Dios con cada uno de sus hijos.


Pregunta 2 – ¿Quiénes eran los Reyes Magos?

Mateo los llama magos, que significa ‘sabios’. Eran una casta sacerdotal de Oriente (Siria, antigua Persia, Arabia), posiblemente seguidores de Zoroastro, y astrólogos, una ocupación de la gente culta.

Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar se los fue dando la tradición.

Ellos sintieron la llamada de Dios, y salen hacia la tierra judía y su capital Jerusalén, siguiendo una estrella, esperando encontrar allí más información.



Pregunta 3 – ¿Era realmente una estrella?

Algunos dicen que fue la conjunción de dos planetas.

Es una estrella especial, distinta de las demás. Desaparece cuando los Magos llegan a Jerusalén, aparece cuando salen de ella, y se detiene sobre el lugar donde se encuentra el Niño. Estamos ante un suceso sobrenatural, pues las estrellas no se detienen en sus órbitas.



Pregunta 4 – ¿Cómo recibieron a los Reyes Magos en Jerusalén?

Llegan preguntando: “Donde está el Rey de los judíos que ha nacido?”

Habría que haber visto las caras de los habitantes de Jerusalén ante tan ingenua pregunta. Y no faltó algún espía, que informó inmediatamente a Herodes, rey de Jerusalén.

Éste se asustó, y se sintió amenazado por el nacimiento de un posible rival.
Piensa que él mismo es quien ha sido designado por Roma como «rey de los judíos». Por lo tanto, hay que acabar con el recién nacido. ¿Dónde está?

Y llamó a los sacerdotes y letrados, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judá”. Belén significa “casa del pan”.

Y con toda malicia se reunió en secreto con los magos, y les dijo. “Vayan a Belén, y cuando encuentren al Niño, avísenme para ir yo también a adorarlo”.

Los magos salen de Jerusalén. Llegan a Belén (a 7 kms de Jerusalén), adoran al Niño Jesús y le regalan oro, incienso y mirra: Oro como a un rey, incienso como a Dios, usado en el culto del templo (Éxodo 30:34), mirra como a alguien que morirá, aun en beneficio de todos; la mirra es una goma resinosa aromática, de la que se extraen perfumes y bálsamos.

Cuando a Jesús lo estaban crucificando, le ofrecieron vino con mirra para anestesiar el dolor, pero no lo tomó. Ese mismo Viernes Santo Nicodemo traerá una mezcla de áloe y mirra para preparar el cuerpo de Jesús para su entierro (Juan 19:39-40). El sumo sacerdote usa la mirra como un aceite para ungir (Éxodo 30:23) y para consagraciones.

Y ya se disponían a volver a Jerusalén estos Sabios de Oriente, cuando un ángel les avisa en sueños que no vuelvan a Herodes, sino que se vayan a su tierra por otro camino.


Pregunta 5 – ¿Realmente se dio la visita de los Reyes al Niño Jesús?

Muchos piensan que es una composición del evangelista para mostrar efectivamente la manifestación de la revelación a todos los pueblos. El relato se hace eco de varias profecías y alusiones de la Biblia: de reyes que vendrán trayendo regalos (Salmo 72:10, Isaías 60:6), etc.

Todo ello se pone en forma de narración, y es uno de los episodios más bellos y exóticos de la infancia de Jesús, que ha alimentado la imaginación de niños y adultos.

Pero lo de menos son los detalles de la narración. Lo que importa es el mensaje central.



Pregunta 6 – ¿Cuál es el mensaje central?

1.  Lo importante aquí es la universalidad del mensaje cristiano. Los judíos se consideraban el pueblo ‘elegido’.

Pero Jesús viene a abrir las puertas a todos. Quiere hacer caer el muro de la separación y de la exclusión.

La fiesta de hoy se llama ‘Epifanía’, que significa ‘manifestación’.

Jesús quiere manifestarse a todos los pueblos, y quiere que todos nosotros seamos misioneros, que ayudemos a llevar la luz a todo el mundo.

De pequeños todos hemos jugado a lanzar piedras en algún gran estanque. Y competíamos entre nosotros para ver quién hacía llegar más lejos la piedra resbalando sobre el agua, y por lo tanto quién hacía más ondas sobre el agua.

Jesús fue, por así decir, como una piedra lanzada en Oriente. La primera onda alcanzó a los judíos. La segunda onda alcanzó a los gentiles. Hubo más ondas que llegaron hasta nosotros. Son ondas de amor y de luz, que emanan de la piedra que es Cristo y llegan hasta nuestra orilla.


2.  En nuestras vidas siempre hay alguna estrella que nos guía hacia Belén. ¿Estamos dispuestos a escuchar su llamada a entrar en el reino de Dios y su justicia?

3. Los Reyes Magos adoraron al Niño y le ofrecieron oro, incienso y mirra. ¿Qué le ofrecemos al Niño Jesús? ¿A quién adoramos nosotros?

4. Herodes quiere matar al Niño, y los sumos sacerdotes y letrados no se interesan por el Niño ni se ponen en marcha para adorarlo.

Esto es lo que encontrará Jesús a lo largo de su vida: hostilidad, rechazo e indiferencia en los representantes del poder político y en los dirigentes religiosos.
Sólo lo acogerán quienes buscan el reino de Dios y su justicia.



Despedida

Les invitamos  a la Eucaristía, sacramento del amor. Hagamos como los Reyes Magos, que dejaron su casa para buscarlo y adorarlo. Y ofrezcámosle los regalos de nuestro amor y de nuestra solidaridad con los más necesitados.

FIN