Homilía Dominical
Octubre 07 de 2012
Por: Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.
La
pareja en el plan de Dios
Lecturas:
-
Génesis 2, 18-24
- Carta a los Hebreos 2, 8-11
-
Marcos 10, 2-16
La pareja
humana es la gran protagonista de las lecturas bíblicas de este domingo. La
pareja es la unidad básica de la organización social; es la depositaria de la
transmisión del don de la vida. Centremos, pues, nuestra meditación dominical
en este tema que ha sido, es y será motivo del mayor interés en todas las
culturas.
El libro del
Génesis pone en labios de Dios una hermosa expresión, cargada de sensibilidad:
“No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle a alguien como él, para que
lo ayude”. Con estas palabras se nos está diciendo que la pareja ocupa un lugar
destacadísimo dentro del plan de Dios. Dios ha creado al varón y la mujer para
que se amen, se apoyen, sean solidarios.
En la
primera lectura, a través de unos recursos literarios sencillos como son el
sueño profundo que se apodera del varón y la costilla que le es extraída, hay
unos mensajes que conservan toda su actualidad:
- · El hombre y la mujer son iguales en dignidad, y el uno forma parte del otro. A pesar de todos los avances que se han hecho en esta dirección, la mujer sigue estando discriminada en muchos escenarios sociales y es relegada a responsabilidades secundarias.
- · Es muy llamativa la exclamación del varón cuando despierta de su sueño y encuentra, frente a él, a este ser maravilloso: “¡Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne!”.
- · En el encuentro de la pareja es muy importante el reconocimiento del otro como un ser único, diverso y complementario. Y este reconocimiento no se puede circunscribir al primer encuentro sino que debe animar la relación a lo largo de la vida; cada día debe significar redescubrir al otro, agradecer por estar juntos. Se marchita el amor que no se nutre de admiración, reconocimiento y valoración del otro.
- ¿Por qué muchas veces no funciona este hermoso plan de
Dios sobre la pareja? ¿Por qué son tan frágiles los matrimonios en nuestra
época? Ciertamente, la historia de cada pareja es única, y nadie puede saber
con precisión qué es lo que sucede en la intimidad de los dos. Sin embargo, es
posible identificar unos factores que se repiten en muchas historias.
-Un factor que amenaza la estabilidad de las parejas es
la inmadurez afectiva, que consiste principalmente en la incapacidad de
compartir. Unos modelos educativos excesivamente complacientes, que satisfacen
todos los caprichos de los niños, tienen consecuencias nefastas porque los
niños egoístas de hoy, serán los adultos que mañana no podrán construir un
proyecto común de vida que exige pensar en plural, para lo cual hay que
renunciar a los pequeños intereses individuales.
-Los niños no pueden actuar como pequeños tiranos que
imponen su voluntad a unos padres desconcertados, incapaces de establecer
límites. Es fundamental que los niños aprendan a compartir, a tomar conciencia
de los límites que la vida en sociedad exige, y que las cosas hay que
obtenerlas por el camino del esfuerzo.
-La inmadurez afectiva es quizás el principal factor de
crisis en las relaciones de pareja. Si queremos ir a la raíz del problema, hay
que revisar los modelos de educación de los niños y adolescentes.
- Otro factor crítico para la estabilidad de las
relaciones de pareja es el respeto. Es natural que surjan diferencias en la
convivencia; es normal que se presenten disgustos. Pero nada justifica que se
falte al respeto al otro. La agresividad se ha convertido en la manera
socialmente aceptada de conducir el automóvil, en la forma como los clientes
hacen sus reclamos y en el género literario de las telenovelas y los “reality”.
Es inaceptable que las parejas crucen la frontera sagrada del respeto mutuo. En
este punto tiene que haber la máxima firmeza.
- Para que este hermoso proyecto de pareja, que es
querido y bendecido por Dios, sea una realidad concreta, hay que ser
detallistas. El amor se alimenta de pequeños gestos; con ellos vamos diciendo
que nos importan las personas que viven junto a nosotros: sus celebraciones, su
salud, los cambios en su aspecto físico.
- Obviamente, las relaciones de pareja van evolucionando
con el paso de los años; aparecen nuevas situaciones. Es connatural a nuestra
condición humana. Las parejas podrán sortear exitosamente los obstáculos que se
presentarán si han logrado construir entre ellos una sólida amistad. Ser amigos
es la mejor póliza que se puede tener para proteger la estabilidad de la pareja
en medio de los oleajes de la vida.
Es hora de terminar nuestra meditación dominical. En
el plan de Dios, la pareja ocupa el centro de la creación. Su éxito o su
fracaso tienen hondas percusiones sociales. Por eso es tan importante aprender
a compartir, a respetar, a ser detallistas; y, principalmente, hay que aprender
a ser muy buenos amigos.